I wanna talk about me

Si la canción de ayer no tenía nada que ver con el post, la de hoy... tampoco. Pero es que el vídeo es tan bueno...

La vida te depara sorpresas. Por ejemplo, hoy íbamos en busca de una madalena o un pastelito para desayunar y nos hemos encontrado con un bagel (panecillo en forma de donut) de salmón. Bueno, yo me lo he encontrado de tortilla con cheddar y bacon. Una de las cosas que me gustan de USA es que tienen té chai en casi todos los sitios. Me encanta.




Cuando hemos empezado a desayunar eran las 12 muy pasadas. Y es que en Chicago se camina mucho, aunque todo está mucho más cerca de lo que parecía cuando lo planificamos, así que nos sobra día y aprovechamos para ir recuperando fuerzas.

Primera parada: torre Willis. A mí, eso de que un rascacielos de "cristal" se apellide como Bruce, me da mal fario...

103 pisos. Uno encima del otro. Suerte que aquí no hay ni planta baja mi entresuelo ni principal... Aquí el piso que está a nivel de calle es el uno. Tremendamente simple.

Por si no tuvimos bastante ayer con el balconcito que se inclina sobre el vacío, hoy caminaremos sobre el vacío. En la siguiente foto se aprecia unos balcones casi en el último piso. Pues ahí es donde vamos.




Estos balcones están hechos totalmente de vidrio. Bueno, hasta ahí vale. Pero es que además es vidrio transparente. ¡Ponlo oscurito, coño! Pues no.




Uno de ellos está cerrado porque se resquebrajó el suelo. Dicen que fue una pequeña fisura en el suelo, en uno de los cristales que forman el conjunto del suelo y que peligro no hay. A ver... Como te lo explico... Si no hubiera peligro, mi sentido arácnido no estaría ahora mismo más disparado que una escopeta de feria.




La vista es impresionante. Además hoy está absolutamente despejado y la visibilidad es enorme.




Por cierto, que lo del fondo no es un mar, es el lago Michigan.




En USA abundan las cadenas. No podrás encontrar un Bar "Casa Paco". A cambio, la comida en ellas es buena, nada qué ver con lo que allí encuentras cuando vas a una franquicia. Una de mis preferidas (tanto que arrastro a Ingrid por media ciudad hasta una de ellas) es Panda Express y su famoso pollo a la naranja. Bueno, por un día que no coma hamburguesa...




Otro círculo que cerramos. El año pasado estuvimos en el final de la Ruta 66. Hoy en el comienzo. Sí, también se puede hacer al revés, no como el Camino de Santiago, que no tendría sentido peregrinar de vuelta a casa.




Chicago es bonita y bien cuidada. Limpia y segura. Sí, hay mucha gente viviendo en la calle pero no hay sensación de inseguridad. Lo que queda de día recorreremos unos parques enormes y bastante solitarios sin miedo alguno. Uno de ellos es el Grant Park, que también tiene unas esculturas preciosas y, como toda la ciudad, está lleno de flores muy bien cuidadas.







En la fuente de Buckinham hacen un espectáculo de agua, luces y música que si has visto el de Montjuic pues... En fin.

A nuestro lado se pone una joven chinita que debe hacer algún tipo de videoblog, porque pone la cámara en el trípode y se graba con la fuente de fondo dando todo tipo de explicaciones. Hay que ser friki para ir haciendo un blog con tus vacaciones... ¿Os he dicho que hemos pasado de las mil visitas? ¿Algún sponsor interesado para el año que viene?




Seguimos por los parques y nos adentramos en un espolón que termina en el planetario. Desde allí la vista de Chicago es impresionante. Como aficionado a la astronomía, estas vistas me hacen olvidar la gran contaminación lumínica que supone una ciudad.







En memoria de las víctimas de los atentados del 11S han dejado las luces de las oficinas encendidas (y apagadas) de tal manera que puede leerse "CPD", por Chicago Police Department y " NEVER FORGET". Allí, por lo del 11M, lo único que hacemos es dejar que un político utilice los muertos con fines electorales. Nos han robado hasta el derecho de llorar a los nuestros.




De vuelta a casita pasamos por la judía de nuevo. Me encanta. Y como fotógrafo es mi deber capturarla con diferentes luces.





Juan Carlos